martes, 22 de marzo de 2011

El cambio generacional

Recuerdo que hace años me pasaba el día detrás de mi padre en el campo. Iba con él de caza; le acompañaba a cada sitio que iba. Así, rápido me fueron familiares escenas de ordeño de vacas, recolección de patatas, tomates, sandías o melones, o la siega de alfalfa. Me consideraba un héroe, azada al hombro, por seguir a mi héroe, mi padre. A medida que pasaron los años, el seguimiento era menor y el 'escaqueamiento' mayor. El camino lo marcaban ahora mis amigos, las primeras novias... hasta que uno consigue ser independiente en la vida, o al menos lo intenta.
Ahora, echo la vista atrás y recuerdo con nostalgia aquellos tiempos. Entre otras cosas, porque mis hijos no pueden seguir mi camino. Pero ni los del vecino siguen el de su progenitor. Ninguno. Ahora somos los padres los que volvemos a tomar la dirección que nos marcan, pero curiosamente es la que trazan los niños. Colegio, actividades extraescolares, catequesis, fútbol... En poco tiempo, mi padre ha visto más partidos de mis hijos que míos. Y no soy el único, por lo que me cuentan mis contemporáneos.
No me atrevo a pensar qué ocurrirá cuando inicien su camino en solitario. Porque no podremos estar siempre en esta vigilancia eterna en la que vivimos. Antes, al menos, había valores inculcados en la escuela a los escolares. Ahora lo pongo en duda, porque priman los contenidos por encima de la 'urbanidad'. Veremos.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por este blog que tiene muy buena pinta. Te aconsejo mejor que el fondo sea claro y las letras negras porque es mejor para la lectura. Mucha suerte en esta andadura

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  2. Agradecido por el comentario y por la sugerencia.

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